Te quiero, can, pero no te doy ni pan
Johnny lleva
en su ato
un nicho.
Un día decide
la estación de acercarse.
Me dice que hay una serie en Netflix
(Hay una serie en Netflix),
podía haber sido la larga enciclopedia d'Alembert
o el Nilo espejado en el cielo:
yo habría ido igualmente,
sin dones,
contra el ojo de Jepri.
No duermo esa noche.
Ni Johnny una mano
me pone encima.
Parecía, entonces,
una cinta europea, de mucha pausa.
Cierro los ojos
porque no doy crédito a mi fortuna:
no pasa nada,
nunca, al lado de Johnny.
Quiero decir, yo estoy allí,
en su cama, quieta, en su deixis
y todo es suficiente.
Lástima no haber
consultado al Tiresias del refranero
porque el alud vino 30.648 horas más tarde:
(todos saben
que alud es una palabra
de origen prerromano,
cf. vasco, "lurte",
del mismo modo, todos
saben que Johnny va a dejarme)
cuando yo ya tenía
la ingle en el fango
que es una manera castellana
de decir que me torcí
desde el lazo del vestido
-yo, que anhelo la etimología
y sé que el chorro de una estrella
es un orín difunto,
yo, algo leída
pero lela como Gloria Fuertes
en esto de caerse en unos ojos,
yo, a mí ajena- el pie
con el hueso del amor romántico.
(Debajo del hueso
hay un Sísifo enanito bufando
subiendo y bajando la cuesta,
deberíais saberlo
y tiene la obstinación
de una lata de Pepsi.)
En otro orden de cosas,
Johnny sacaba miel de su atillo
mágicamente.
Considero que no soy culpable,
señoría, había miel, y agua pura,
y muchas noches yo pensé
[-Querría darle la vuelta a la nube]
que era mi amado y que era mío.
Consideré, señoría, que vivíamos
en La Noche oscura de San Juan:
me regalaba
unas zapatillas
con 30% descuento por mi cumpleaños,
un bote de crema de avellanas
por sus viajes pirenaicos,
una parcelita en una cicatriz que tiene en su vientre,
y era que nada,
era que ni una brisa escrita había
en la boca de Johnny.
Ni pan me daba.
Luego el tiempo
por la espalda viene
y el oráculo se hace parking:
(en plan alud)
Johnny en su coche aquella tarde
me escupe sus balbuceos a la cara,
pasa
que me expulsa
de su deixis:
Que oye, mira,
amor, que ya no puedo,
adiós. Un nicho, un nicho, mujer,
lo siento mucho,
señora que está en mi coche,
que se parece algo a mi exnovia,
desconocida, enemiga mía,
yo haré la guerra,
un nicho, aquí dentro,
oiga usted, extraña,
piedra en mi calcetín
que sacudo con tic nervioso,
bicho asqueroso,garrapata,
amor mío, perra, puaj
que
(-Querría darle la vuelta a la montaña-)
deseo quitarme para siempre,
Señora Legaña, Mujer Estorbo,
salga de mi coche ahora,
mi amor, mi mazapán, mi tábano:
que la voz que sale de mi boca
que te puso mil nombres de animales,
que lleva un hombre
que lleva un ato
que lleva un nicho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario