Aviso: esto que escribono está en cuneiforme
pero lo cavé.
Los amigos se fueron lejos y no hay manerade bregar el cielo.
El novio me dejó en un turismo a las 19:59
y en ese momento
se dice la última jarcha de la historia
en
la que habibi arranca coche para no regresar
[enfermaron
mis ojos brillantes-
como en una serie alt
norteamericana
en la que el amor no es suficiente,
o el amor va de mano en mano
(burda crudité)
o
el amor se escancia en un Starbucks,
y la evasión de la víscera
va mejor
-e duelen tan male...]
El otro aviso es
que sumo una nueva deriva.
No hay verano que no recuerde
sin serme complemento de sombrilla o libro de sudoku
de mi familia.
Mi familia ordenada alfabéticamente.
Mi familia en compás cuaternario.
Mi familia retratada en el Muvim.
Qué fortuna ser la pala de plástico de mis sobrinas, ser
la revista de amores entre celebs
mojada por una ola, ser
la toalla extra en el bolso familiar para la bendición de los pies.
Ni
la rima ni lo anterior entraba en mis planes.
¿Cómo se mueren los objetos?:
El otro aviso es
que quiero morirme mil veces.
Y esta es la cota lírica que alcanza un texto
que
no está pintado con pigmento rojo en una cueva
pero tiene un
pálpito primero.
Es decir, que que los amigos salieron de Cruzada,
que
el amado retiró todos los nombres deliciosos que me puso
como
Panal o Panecillo,
que me voy pareciendo ya ahora demasiado
a un artilugio de bazar para playa,
como para que lo que diga quede
y
vibre una nube.
¿Te puedes imaginar la desolación
de esta
pala de plástico
en la mano de una de esas hijas?
¿Te
imaginas como puede
cavar, mística, su deseo
de muerte, surco
de verso
en la arena?
El amado arranca a la vez
corazón
y coche.
Se va, en verdad, tras un humorístico passing
shot
cuando
yo corría a la red para abrazarlo
por el fin de los tiempos cual
beata de Amén,
Jesús,
con
ojos manga de Candy Candy
y todo el error léxico por mi
vestido.
No te extrañe que, en la caída,
me haya convertido
en utensilio en
OFERTA
para cavar por cavar la playa.
Digo:
esto
que escribo
no
está en cuneiforme
pero lo cavé con la boca.
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